Carta de un Hijo (RBK60)

Carta de un hijo a sus padres separados.
Queridos papá y mamá:
Les escribo esta carta para que puedan comprenderme y sepan cuanto necesito de ustedes en estos momentos.

No me hablen mal el uno del otro. Recuerden que hay una parte de mí igual a cada uno de ustedes. Si la destruyen me están destruyendo a mí también.

No me digan cuando están molestos: "eres igual a tu papá o a tu mamá", pues siento que parecerse a ustedes debe ser algo muy terrible. Mi autoestima se resiente, me creo malo y poco valioso.

Apóyenme cuando quiero verlos. Así siento que están respetando mis sentimientos y estaré aprendiendo a respetar los suyos y los de los demás.

Denme "el permiso" para seguir queriéndolos, a pesar de su enojo. De esta manera me estarán enseñando a ser objetivo cuando tenga que tomar decisiones en la vida.

No me dejen soñar que se unirán nuevamente. Así no aprenderé a aceptar la situación real, elaborar mis sentimientos de pérdida, y seré un niño inseguro e infeliz.

No me pongan en la situación de tener que elegir entre los dos. Ello me hace sentir como si me partiera por dentro, creándome conflictos de lealtad. Aprenderé a ser mentiroso, a ocultar mis sentimientos y engañar a los demás.

Si me preocupo demasiado por saber en donde están, los llamo frecuentemente y busco siempre estar junto a uno de ustedes, sean pacientes conmigo; es que estoy sintiendo miedo de perderlos.

Necesito más que nunca, me confirmen que me van a cuidar y proteger hasta que sea grande. Recuerden que me siento solo, desvalido y con miedo de que me dejen.

Si me ven enojado, exigente y rebelde, es que estoy muy confuso. No me reprochen, amenacen o sobreprotejan. Impónganme disciplina y límites, ello me dará seguridad. Si no lo hacen, seré más difícil de educar y mi conducta será cada día más desagradable.

Si me muestro agitado, con problemas escolares u otras conductas negativas, soliciten ayuda, ya que puedo estar encubriendo mis sentimientos de tristeza, y estar presentando un cuadro depresivo.

Trátense con respeto y cordialidad... Así entenderé que el camino que han tomado, a pesar de lo doloroso, ha sido una forma de resolver un problema. Enséñenme que podemos ser felices y aprender juntos a vivir separados.

Si les digo a uno de ustedes: "no quiero verte", no se desanimen, luchen por mí. Sucede que estoy rabioso y quiero vengarme porque pienso que me han abandonado.

De igual manera, cuando estoy con uno de ustedes, no planifiquen demasiadas actividades, denme un tiempo para adaptarme a esta nueva situación y verán como aprenderemos a disfrutar mutuamente el uno del otro.

No me prometan visitas si no las van a cumplir. Cuando me dejan esperando me siento inseguro, desconfiado, lleno de rabia, resentimiento y dolor.

No me llenen de regalos para demostrarme amor. La cantidad y calidad de tiempo me hará sentir valioso y digno de cariño. De lo contrario asociaré el amor con las cosas materiales.

Para terminar. Recuerden que fui fruto de su amor. Soy parte de los dos, necesito de ambos para crecer, llegar a ser un adulto sano y poder así ofrecer algún día a mis hijos, lo que ustedes me brindaron: amor, paz y seguridad.

 

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