RECORD ECLESIÁSTICO EN ABUSO DE NIÑOS....


Registrate en Encontrarse y empezá a conocer gente ya

Publicado por
@CECILYA

24/09/2012#N41889

0 Actividad semanal
522 Visitas totales


Registrate en Encontrarse y empezá a conocer gente ya

 

El cura Justo José Ilarraz será indagado por la Justicia por abusos reiterados. Sus víctimas rompen el silencio.

Cada noche, al apagarse las luces del pabellón donde dormían los seminaristas, el cura Justo José Ilarraz esperaba unos minutos en uno de los extremos del salón. Eran cien camas, todas ocupadas por niños, y separadas entre sí por una mesita de luz. Al fondo estaban las duchas, y un poco más allá, su propia habitación. Los niños tenían entre doce y catorce años. Cuando el silencio parecía total y sus ojos se habían acustumbrado a la oscuridad, recorría el pasillo de punta a punta y observaba con detenimiento cada una de las camas en las que dormían los futuros sacerdotes.

 

Era un cazador entrenado: si percibía una respiración fuera de lo común, un llanto reprimido o un suspiro de angustia, caminaba hasta el origen del ruido. El cura primero se sentaba a su lado y les acariciaba la cabeza. Luego, como eso nunca alcanzaba, se metía en sus camas. Entonces los acariciaba con más esmero, los mimaba y los besaba en la boca. La operación se repetía varias veces cada noche. Al final, como si se tratara de un casting, Ilarraz elegía al más vulnerable de todos y se lo llevaba a dormir con él. Algunas de sus víctimas se convertían en sus preferidos: ganaban viajes, prebendas y podían presumir de la amistad del cura. 

 

 

Comentarios

Aún no hay comentarios. Iniciá una conversación acerca de este tema.