SANTIAGO DE CHILE
8 DE DICIEMBRE 2010
Ascienden a 81 los presos que han muerto esta madrugada en un incendio en la cárcel de San Miguel, en Santiago, una de las más grandes de Chile. Las llamas se originaron pasadas 4.30 de la madrugada cuando se produjo una riña entre dos bandas en un sector del recinto penitenciario y uno de los grupos inició una quema de colchones que se extendió con velocidad.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, confirmó que ya son 81 los muertos a causa del incendio que calificó de «tremenda y dolorosa tragedia». Los dos últimos cuerpos fueron encontrados calcinados bajo las ruinas.
«No podemos seguir viviendo con un sistema carcelario que es absolutamente inhumano», señaló el mandatario en la puerta de la Posta Central de Santiago, uno de los centros hospitalarios adonde fueron trasladados algunos de los 14 heridos graves en el incendio.
Centenares de familiares de los más de 1.960 presos que alberga el penal ubicado en la zona sur de Santiago se han concentrado en las afueras del recinto, reclamando información y la identidad de los 81 muertos y los catorce heridos graves que ha dejado el siniestro. También cuatro funcionarios de prisión están heridos de gravedad.
Según informes preliminares, el aviso a los bomberos llegó a través de una llamada de teléfono móvil desde el interior de la cárcel una media hora después de comenzado el incendio. Pero recién dos horas después los bomberos pudieron iniciar su trabajo pues los funcionarios de prisiones no tenían el control al interior del recinto y mantenían cerrados los accesos a la cárcel.
El ministro de Justicia, Felipe Bulnes, dijo desde las afueras del penal que tardarán horas en entregar la identificación de los 81 muertos, al mismo tiempo que el fiscal Alejandro Peña anunció el inicio inmediato de una investigación judicial que determine el origen de la tragedia, una de las mayores ocurridas en las prisiones chilenas.
Bulnes apuntó al grave problema de hacinamiento en las cárceles, como un factor determinante en el resultado del incendio en el penal de San Miguel, cuya capacidad máxima para albergar a presos no debería superar el millar. El promedio de hacinamiento carcelario en Chile supera el 40 por ciento, mientras en la cárcel de San Miguel llega casi al 90 por ciento.
“El hacinamiento conspira contra cualquier operación de salvataje”, dijo el ministro de Justicia, mientras los funcionarios de prisiones denunciaban que la falta de personal también explica el resultado del incendio. Según Pedro Hernández, presidente de los funcionarios de prisiones, al momento del incendio en la cárcel de San Miguel sólo cinco guardias estaban de servicios, a cargo de los 1960 presos.
